La resistencia de las chinches de la cama a los insecticidas es una de las causas más comunes de los tratamientos ineficaces. La falta de rotación de principios activos, así como los tratamientos extensivos y continuados elevan la probabilidad de que la resistencia se desarrolle más rápidamente. A día de hoy, se han notificado resistencias de estos insectos a todas las clases principales de insecticidas.

 En el marco de la conferencia internacional Global Bed BugSummit organizada anualmente por la National Pest Management Association (NPMA) de EEUU, el entomólogo urbano y experto en resistencias a los insecticidas, Dr Chow-Yang Lee (Universidad de California) explicaba el pasado mes de diciembre qué es la resistencia y qué provoca el desarrollo de este fenómeno en las chinches de la cama  (Cimex lectularius).

La principal causa que identifica este experto es el uso repetido de insecticidas que están estrechamente relacionados, ya sea porque pertenecen a la misma clase de ingredientes activos o porque tienen modos de acción similares. La segunda son los tratamientos extensivos y continuos, que pueden acelerar el desarrollo de resistencia.

La resistencia en las poblaciones de chinches de la cama se desarrolla gradualmente a lo largo del tiempo, con una velocidad que depende de la presión a la que se somete a la población y de la rapidez con que ésta se regenera. Cuanto mayor es la velocidad, más rápido se desarrolla la resistencia. El doctor Lee explica de forma gráfica este proceso:

Incluso dentro de una población de chinches de la cama que nunca ha estado expuesta a un insecticida, un pequeño porcentaje de individuos será resistente. Esto se debe a una mutación natural por la que algunos individuos dentro de la población portarán el gen resistente. En la diapositiva 1 solo el 0,5% de la población es resistente y el control con insecticidas será excelente.

Después de usar el mismo insecticida, o uno similar, durante dos generaciones (diapositiva 2), los insectos susceptibles comienzan a ser seleccionados, dejando que solo los resistentes se multipliquen, a medida que se hereda el gen resistente (diapositivas 3 y 4). Con el tiempo, y con el uso continuo del mismo insecticida, la población resistente se expande hasta un punto de que la gran mayoría de los insectos restantes son resistentes y los tratamientos fallan (diapositiva 5). 

En este sentido, Lee destaca que las chinches modernas, con las que convivimos a día de hoy, han mostrado episodios de resistencia a todas las clases principales de insecticidas: piretroides, neonicotinoides, pirroles, organofosforados, carbamatos e hidrocarburos clorados.

Estrategias contra la resistencia

Para Lee el objetivo debe ser prevenir o retrasar la aparición de la resistencia, lo que a la práctica se traduciria en evitar la presión de selección por el uso repetido de un solo insecticida o un solo modo de acción. Asi pues, la rotación de ingredientes activos, empleando diferentes modos de acción en secuencia, es la primera estrategia a la que recurrir, con una periodicidad recomendada de rotación de una vez por trimestre. Para ello, es importante conocer cuales son los modos de acción  (sobre el sistema nervioso, el crecimiento y desarrollo del insecto, la respiración, etc.) de los insecticidas y saber identificar los principios activos y modo de acción de los productos que se utilizan.

También es importante conocer y tener en cuenta la gama de formulaciones de control químico que se utilizan actualmente, con sus pros y sus contras cuando se aplican para controlar las chinches.  Desde aerosoles líquidos, aerosoles o polvos, hasta fumigantes, telas impregnadas, repelentes y nebulizadores, cada modo de aplicación ofrece ventajas y desventajas, que el experto combina y sintetiza en la siguiente tabla.

Las clases de insecticidas que se utilizan en todo el mundo, muchos de ellos no registrados en la UE, se detallan en la siguiente tabla, en la que el Dr Chow-Yang Lee muestra que ingredientes activos pertenecen a cada clase. Otra posibildad es utilizar productos formulados como mezcla, en los que activos de diferentes clases se venden como un solo producto.

Otros tratamientos alternativos destacados por el D. Lee es el uso de insecticidas botánicos, la tierra de diatomeas, métodos físicos como el calor o el frio, etc. 

Y, de cara al futuro, el experto mencionó dos novedades. La primera es la interferencia del ARN, con la que se silenciarían genes importantes como los relacionados con la muda, el desarrollo larvario, etc. Estudios han mostrado que esta técnica podría afectar a la reproducción de las chinches, a sus mecanismos de supervivencia y también a su tolerancia a los insecticidas.

La segunda novedad es el posible desarrollo de un cebo tóxico para las chinches, cuyo desarrollo dependerá no solo del uso de atrayentes efectivos, sino también de maximizar la aceptación e ingestión de tóxicos con fagoestimulantes efectivos.